Hola pequeños,

Perdonad que no escriba, o que no me conecte al mesenger, se que os tengo un poco abandonados, pero es que las cosas están transcurriendo muy rápido. También es que lo de hacer un blog, y ese tipo de cosas se me dan muy mal.

Cada día es nuevo, y al despertar nunca se que sorpresas me depara el día. Para resumir os contare lo que he hecho hoy.

Hoy me he acercado por la facultad, que como ya sabéis me piya un poco lejos de casa. Por fin conocí a mi coordinador de electrónica y a la persona que llevará mi proyecto. Les estuve contando un poco a grandes rasgos lo que he aprendido durante mis años de estudiante, y al final acordamos que mi proyecto final de carrera seria colaborar con otros estudiantes de la facultad para hacer una maquina que corte cosas, no me digas, de momento solo me lo a explicado por encima, y lo que yo tendría que hacer seria el circuito que controle el motor de la maquina.

Voy a tener que ir a la facultad más de lo que yo pensaba, así que no todo es "jauja". Tendré que ir a la escuela de lunes a viernes de 9 a 17, así que tendré que comer lo mas seguro en la escuela.

Hoy he comido en la facultad, y todos me miraron como un extraño, y es que claro, mi cara es de lo más raro del mundo. Aquí se come prontito, a eso de la 12. Fue gracioso cuando salieron todas las cocineras a verme y preguntarme que es lo que quería de comer.

Después de hablar con mi coordinador me fui a casa de Graciela a que me dieran una bici que les había dado una antigua inquilina de su casa y que de momento no necesitaban. Tuve que arreglarla un poco, y comprar alguna herramienta para ello, pero con ayuda de Hans no hubo problemas.

Así que ahí fuera anda candada la bici, en la barandilla del río, desde donde se ven iluminadas las torres góticas de las iglesias y el ayuntamiento por la noche. Hay varios barcos amarrados, y espero que las gaviotas que revolotean por la mañana sobre el agua no me la ensucien demasiado.

Después volví a casa, y ya eran las 7,3º, hora de cenar. Una de mis compis de piso me invito a ir con ella a cenar “a la casa de unos en la que se podía cenar barato”. Pallí que me fui con mi bici.

Esta casa resulto ser un centro social anarquista. Es medio bar, medio comedor, medio sala de conciertos,…también hacen talleres y charlas. Estaba llena de gente, y algún perro por ahí danzando. Hacen conciertos de punk, hardcore, metal, reggae,…. Cada concierto es como un pequeño festival, pues he visto que cada noche que hay concierto, hay unos cuatro grupos. Mezclan grupos de la zona con extranjeros. La comida era begana y mucha, no te quedas con hambre.

Lo bueno de cenar pronto, es que si te lías un poco danzando por ahí, llegas pronto para escribir, sentado al calor de la chimenea, un poco en el blog.