domingo, 15 de marzo de 2009

Las prisas para otro, que a mí, me lleva el aire.

Te levantas por la mañana, desayuno de café y tostadas con mantequilla, quizá también mermelada. Una ducha y coges la bici para arrojarte al bullicio de la ciudad junto con otros ciclistas en un pelotón de prisas por llegar a clase, el trabajo, una cita ...

Como el resto de la gente, te dejas llevar por la tendencia general de ir rápido, como uno mas que compra tal o cual producto o ropa porque está en ese momento de moda.
Caigo entonces, entre todas mis dibagaciones, que el sudor esta echando a perder la ducha que me acabo de dar, que a donde voy no es precisamente a recibir un premio porque el café de esta mañana lo hice con la justa proporción de café y azúcar, y que quizá sudado y cansado no sea la mejor forma de empezar una larga jornada en el laboratorio.

He visto que la gente pedalea cuesta abajo, o sube las cuestas a golpe de riñón en vez de cambiar los cambios, dejando caer todo el peso de su cuerpo sobre el pedal para no bajar el ritmo.
Puede que lleguen tarde a cenar con una chica, pero no se lo que pensará ella cuando te quites la americana y vea toda la sobaquera sudada. O quizá lleguen tarde a una cita con un cliente, pero tan poco profesional me parece el llegar tarde como el llegar oliendo a perrete chico. "Venga chavalote, ánimo que tu puedes". Pero creo que para otra vez sera mejor que salgas antes de casa, o asumir tu error y llamar para decir que llegarás un poco tarde.

Ya me cansé de tener que cambiarme dos veces de camiseta por día, como cuando llegas del gimnasio, jugar un partido,.... , y hacer más coladas de las que aparentemente necesitarías. ¿Y para qué? Para formar parte como cualquier otro al bullicio de la ciudad, de las prisas.

Prefiero tararear alguna cancioncilla para lebantar el ánimo por la mañana, pasar despacio por delante de la confitería para disfrutar del olor a pan recién hecho, o parar sobre algún puente y dejar que el sol que está desperezándose esta mañana con mas luz de lo normal, mientras ese pájaro que enamorado me tiene su canto, unas veces por salir y otras veces por llegar a casa pronto por la mañana, caliente mi cara.

1 comentario:

  1. Di que sí, sin agobios, disfruta cada momento de aquel lugar
    Un abrazo, y un lametón de Zape

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